Mokona Modoki ,Pika, Shadow, Asuna, Sebas-chan, Grell, Ciel, Uta-chi y Waka-sensei

viernes, 28 de enero de 2011

Capítulo 2 - Una chica muy despistada

A la hora de la cena volví a ver a la chica de la piscina, la cual se resbaló y me tiró encima un cuenco de fideos ramen. La mañana siguiente me tiró sin querer un vaso de leche en la camiseta. Y me tiró a la piscina, se llevó mi toalla, utilizó mi teléfono móvil, se tropezó conmigo en las escaleras para bajar al comedor, en el ascensor, en el spa... Y todo sin querer. ¡Pues si que es despistada esta chica! Lo único que le había escuchado decir eran disculpas. Pobrecilla.

-Hola... Esto... Lo siento mucho... Siento todos los problemas que te he causado estos tres días... -dijo la chica de los ojos de arena, a la cual me encontré en el comedor mi cuarto día en el hotel- ¡Hoy conseguiré no molestarte!
-Bueno, me alegro de que por ahora vayas bien, pero intenta prestar un poco de atención a las cosas, ¿vale?
-¡Si! ¡Lo haré! -asintió.

Pero no funcionó. Justo después de decir eso, se le cayó un poco de zumo en el suelo, se resbaló, chocó conmigo y nuestras bandejas desparramaron todo su contenido sobre nosotros. La gente que pasaba por allí se resbalaba y el contenido de sus bandejas también acabó en el suelo. Como si fuera un efecto dominó, al final medio comedor acabó por los suelos.

-¡Ah! ¡Lo siento, en serio, lo siento muchísimoooo! ¡¡Os pido disculpas a todos!! -gritaba la causante de todo este desastre mientras hacía reverencias de disculpa sin parar- Lo siento...
-Anda, vamos. Te acompaño a tu habitación. Si dejas que se sequen las manchas de comida, te resultará muy complicado quitarlas después -dije mientras le daba la mano.
-Vale...
Salimos del comedor y llegamos a la recepción. Luego subimos las escaleras hasta el segundo piso, a la habitación 6.
-Gracias por acompañarme hasta aquí. S-siento mucho lo que pasó antes en el comedor... -dicho esto, la chica misteriosa de ojos color arena abrió la puerta de su habitación, entró y cerró.
-De nada...

Esa noche, después de la cena, decidí pasarme por la sala de juegos, en la que había una mesa de billar, un hockey de aire, un par de máquinas recreativas y un tenis de mesa. Estaba solo, así que solo podía jugar a las máquinas recreativas, pero no me apetecía, así que cogí una silla que había allí y me senté a pensar en las musarañas. Después de todo, no tenía nada mejor que hacer. Tras unos diez minutos, apareció la misma chica misteriosa y torpe que esa misma mañana provocó que el comedor fuera un caos.
-¡Hola! -saludó alegremente.
-Hola.
-¿Qué hacías?
-Nada, estar aquí pensando.
-¿Quieres jugar conmigo al tenis de mesa?
-Vale.
Hay que reconocer que la chica es buena. De siete veces que jugamos, ella ganó 5. Después de eso, echamos tres partidas al hockey de aire, dos al billar y cinco a una de las máquinas recreativas. Y luego nos sentamos a hablar en unas sillas que había allí.

-Por cierto, ¿cómo te llamas? -le pregunté.
-Puedes llamarme Suna -dijo con un cierto aire de misterio.
-Es por el color de tus ojos, ¿no? Son del color de la arena, y arena se dice “suna” en japonés.
-Si. ¿Y cuál es tu nombre?
-Puedes llamarme Shû.
-Vale, Shû. Oye, ¿alguna vez has visitado la cafetería cosplay que hay cerca de la estación de Akihabara?
-No, he pasado varias veces por delante, y parece bastante conocida, pero nunca he llegado a entrar.
-¡Pues a ver si un día vienes y me haces una visita!
-¿Trabajas allí?
-Ajá. Y es muy divertido, es un buen trabajo. Aunque está un poco lejos de casa. Vivo en la zona este de Tokio.
-Pues yo vivo en la zona norte, cerca de esa tienda de cómics que suele salir por la tele.
-¡Me encanta esa tienda! Suelo pasarme por allí después del trabajo a ver si han sacado algo nuevo, y después como algo en el puesto de ramen que hay por allí.
-Yo no voy mucho, tengo mucho trabajo y poco tiempo libre.
-¿Y a qué te dedicas?
-Eh... -no podía decírselo, o mis días de descanso terminarían allí. Incluso disimulé mi aspecto para que la gente no me reconociera, y no podía echarlo todo a perder.- Lo siento Suna, tengo que irme ya o mañana no podré levantarme a tiempo para ir a desayunar. ¡Hasta mañana!
-¡Espera...!

Salí corriendo y llegué a mi habitación en el primer piso sin pararme por el camino.

1 comentario:

  1. OOOOOOOOOOW Ya puedes seguirla, ¿eh? Que me encanta -w-!

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