-¡Ya no puedo más!
Eso fue lo que le grité a Tamura, mi manager, aquella mañana de julio.
-Pero... Tamaki-san, en verano es cuando la gente tiene más tiempo de ir a tus conciertos, no puedes tomarte ahora unas vacaciones...
-Tamura, yo me voy de vacaciones y ni te voy a decir el lugar para que no me molestes. Volveré en mes y medio y no se hable más. ¡Hale, adiós!
-Pero... pero... -protestó Tamura.
-Ni pero ni nada -le contesté.
A ver, voy a explicaros un poco de qué va todo esto. Mi nombre es Shûsei Tamaki, tengo 26 años, mi sangre es tipo AB y soy un famoso cantante de visual kei. Tengo el pelo negro con una mecha azul a la altura de los hombros y los ojos negros. Los dos meses anteriores di veinte conciertos por todo el mundo sin descanso alguno, así que creo que me merecía unas vacaciones, ¿no?. Lo difícil era encontrar un lugar donde nadie me molestara... Bueno, aunque tengo suerte de tener alguien a quien llamar en estos casos...
-¡Minoru Tamaki de la agencia de viajes Tokyo al aparato!
-Minoru, ¿a que no sabes quién soy?
-¡Hermano! ¿Qué tal va todo?
-Bien, bien. Oye, ¿te importaría hacerle un favorcito a tu hermano mayor?
-¿Qué necesitas?
-¿Sabes de algún hotel tranquilo donde no haya mucha gente para poder irme de vacaciones?
-A ver que mire....
Y así fue como llegué al hotel “Mizu”, en Okinawa. Piscina, spa, desayuno, comida y cena con buffet y lo más importante, solo hay 10 habitaciones, así que allí podría descansar. Tras dejar mis cosas en la habitación, me puse el bañador y bajé a la piscina. ¡Menuda piscina tenía aquel hotel! Con la poca gente que había, hasta sobraba sitio. Después de tirarme un par de veces en bomba, me aburrí y decidí tomar el sol, pero de repente me choqué con alguien y los dos caímos al agua.
-¡Lo siento, lo siento mucho! ¡Iba distraida y no me di cuenta de que nos íbamos a chocar!
-Tranquila, tranquila, no pasa nada -en el agua, frente a mi, se encontraba una joven de pelo negro y liso, piel clara y unos brillantes ojos del color de la arena- no eres la única a la que le pasa esto..
Instantes después de esta “conversación”, la chica salió corriendo de la piscina y desapareció de mi vista. No le di mayor importancia a este hecho, pero no fue la primera vez que me la encontré...
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